"Cuando el cielo quiere salvar a un hombre, le envía amor" Lao-Tse. Que el amor sea tu única guía, sin mapas, sin dogmas, sin maestros, sólo amando...
Sospecho que hoy empiezo a Ser Canción, si seco un llanto. Y la canción con alma echó a volar y desde entonces los dos, vivieron más despacio, a pesar de su tiempo y de su espacio. Y un día como lluvia, ellos caerán y mojaran todo y su misterio crecerá verde sobre el mundo" Silvio Rodriguez.

martes, 31 de julio de 2012

La Sexualidad, el eslabón hacia el recuerdo y la conexión con el yo espiritual.

El Portal 11.11.11 significó una gran fiesta de Celebración Interdimensional. La Luz Cristal Arcoiris recorrería la Tierra, hermanando las conciencias y sanando las memorias de Separación en nuestro interior. 

 

Fue la celebración de la Luz de la Unificación, un momento Sagrado en el cual, la Energía Masculina le entregaría de vuelta su poder a la Energía Femenina en una Ceremonia que Unirá a todos los Pueblos.

Es el Momento de reactivar nuestras Memorias Originales. Aquella Memoria Galáctica de Unidad. Esta es una oportunidad de Sanar, de disolver los conflictos duales en nuestro corazón para trascender los Juicios de la separación y romper las cadenas de dolor.

Atravesamos este Portal con un corazón puro. Como los niños, con inocencia, con juego, en Alegría.



Sobre el Amor

“Primero medita, sé dichoso, luego el amor sucederá por sí mismo. Entonces, estar con otros es hermoso y estar solo también es hermoso. Por consiguiente también es simple.

No dependes de otros y no haces que otros dependan de tí. Entonces siempre existe una hermandad. Nunca se convierte en una relación; siempre es un "relacionarse". Te relacionas pero no creas un matrimonio. El matrimonio surge del miedo, el relacionarse surge del amor. Tu te relacionas mientras las cosas se dan bien, compartes, y si ves que ha llegado el momento de partir porque los caminos se separan en un punto de cruce, dices adiós con mucha gratitud por lo que el otro ha significado para tí, por todos los gozos y todos los placeres y todos los hermosos momentos que has compartido con el otro, sin sufrimiento, sin dolor; simplemente te separas”.(Osho The White Lotus Chapter 10)


A medida que nos elevamos espiritualmente, elevamos también nuestra vibración en el ámbito de lo sexual. Elegimos a nuestro compañero/a por su frecuencia similar a la nuestra... ya no podemos tener relaciones sexuales con cualquiera. Sería como intentar meter un pie de la talla cuarenta en un zapato de la talla treintaisiete. La sexualidad ha estado dormida también durante miles de años...



"...pero la sexualidad sagrada está también en nuestro ADN, en nuestra memoria celular... Ahora es el momento de despertar también ese aspecto sagrado del ser humano.
El camino de la Unidad masculino-femenina".



La Sexualidad: un Puente hacia los Niveles Superiores de Conciencia.




Los Pleyadianos.
 Por Barbara Marciniak


"Cuando vuestra biblioteca fue desordenada y disper­sada, el ADN se dividió para que sólo quedaran dos ramas con muy poca información y muy poca me­moria, la sexualidad permaneció intacta en el cuerpo físico. Se la dejó, por supuesto, como una forma de reproducción; una manera de mantener a la especie en contacto con su propia esencia y de darle vida. En las profundidades de la sexualidad se encuentra una frecuencia que puede ser conseguida, que ha sido buscada y malinterpretada por mucha gente. Se de­nomina orgasmo.

El orgasmo ha sido distorsionado de su propósito original. Tu cuerpo ha olvidado el orgasmo cósmico porque la sociedad os ha enseñado durante miles y miles de años que la sexualidad es mala. Os han ense­ñado esto con el fin de controlaros y para impedir que buscarais la libertad que se puede conseguir a través de la sexualidad.

La sexualidad te conecta con la frecuencia del éxtasis, lo cual te conecta con la fuente divina y con la información.

La sexualidad ha sido desacreditada en este plane­ta y esto está almacenado en vuestra memoria celular. Esto no es sólo en esta vida; son miles de años de apropiación indebida y mala utilización. Es necesario que despejes la negatividad que rodea a la sexualidad en esta vida, y que experimentes y examines tu forma de utilizar la energía sexual y su expresión en tus «yoes» multidimensionales.

Las partes sexuales de tu cuerpo son avenidas que conducen al placer y crean frecuencias que sanan y estimulan al cuerpo y, potencialmente, lo conducen hacia su yo espiritual más elevado. La sexualidad ha estado tan mal entendida en este planeta que, cuando se da entre dos personas, rara vez tienen éstas la inten­ción de conectar espiritualmente a través de ella. La sexualidad invoca una espiritualidad que es libre y que se contempla a sí misma como creadora. No obs­tante, rara vez se utiliza como puente hacia los niveles superiores de consciencia.

Hemos conversado con una serie de individuos que han estado utilizando la luz. Al encontrar a la pareja adecuada en una situación monógama, han sido capaces de alcanzar estados del ser muy elevados. La monogamia tiende a funcionar bien para la mayoría de vosotros debido al lugar en que os encontráis vibracionalmente. Cuando uno tiene muchas parejas, se tiende a ser poco honesto y a esconder la propia identidad: compartes un poco por aquí, otro poco por allá y esparces tus semillas por todas partes. Es mejor estar con una sola persona, aunque esto no quiere decir que tenga que ser para siempre. Sé leal, sé abier­to, comparte con la persona con la que estás y llega tan lejos como puedas con ella. Si resulta ser tu vida entera, maravilloso. Si no lo es, y si os encontráis en una situación en la que ya no os comunicáis ni os servís el uno al otro, y sientes que la relación no será capaz de dar un salto cualitativo, termina con la rela­ción y encuentra a otra persona que trabaje con tu misma vibración.

Cuando trabajáis mano a mano últimamente, desarro­lláis la confianza. La mayoría de vosotros tenéis dificul­tad para confiar en vosotros mismos porque no tenéis un modelo de confianza. En una relación se puede aprender sobre la confianza, porque funciona como un espejo en el que puedes ver tu reflejo, te muestra aquello que no podrías ver desde tu punto de vista. Muestra una imagen de ti mismo mera de ti, siempre y cuando establezcas una comunicación abierta en la sexualidad y una profun­da intimidad, y no utilices la sexualidad como una forma de evitar el acercamiento. Muchos de vosotros habéis utilizado la sexualidad como una forma de distracción y una manera de eludir la intimidad en lugar de desarro­llarla. Empezáis recibiendo energía y a mirándoos a los ojos, sintiendo la excitación. Luego, en lugar de exploraros unos a otros íntima y espiritualmente, cerráis vuestros centros de sentimiento, os ponéis la armadura y tenéis unas relaciones sexuales superficiales y a nivel genital porque os da demasiado miedo y resulta demasiado in­tenso entrar en la ruta de la conexión total, corporal y espiritual.





A veces el sexo superficial es maravilloso. Lo que estamos diciendo es, sencillamente, que hay más. Hay mucho más y nadie te priva de ello excepto tú mismo, tus creencias y tu temor de derribar tus barreras y tus muros.

Muchos de los miedos que tenéis se basan en lo que habéis creado para vosotros mismos y en lo que le habéis hecho a otros en vuestra vida sexual. Tu histo­ria sexual afecta a todas las esferas de tu alma, de manera que todos los problemas del alma son transmi­tidos por todo tu cuerpo. A veces no quieres ver esto porque es demasiado doloroso y lo juzgas porque crees que es malo. Deja de juzgar, sé neutral con respecto a lo que has hecho: no importa lo que descubras, no importa lo atroz que te parezca, no importa lo difícil que parezca y no importa cuánta violación implique. Comprende que tu propósito ha sido reunir informa­ción y comprenderte a ti mismo.

La sexualidad es una frecuencia. Representa aque­llo que no os fue arrebatado aunque vuestra historia, vuestros recuerdos y vuestra identidad os fue arreba­tada y dispersada. El único medio que os quedó para descubrir quiénes erais, fue la experiencia sexual.

Esto, por supuesto, nunca os lo dijo nadie. Ahora vamos a atacar un poco a la iglesia. Lo sentimos mucho por los que pertenezcan a alguna. Las iglesias surgieron como organizaciones; para controlar la religión y el desarro­llo espiritual y con la finalidad de crear trabajo, de crear una jerarquía y una especie de club. Muy pocas iglesias surgen con la idea de informar a la gente. Normalmente no contempláis a la religión como algo que os proporciona información, ¿verdad? Cualquier religión que provea información está operando en la vibración de la verdad.

Las esferas de espíritu son lugares de existencia a los que el cuerpo no tiene acceso. Como la sexualidad era una oportunidad para los seres humanos para recu­perar la memoria, o para conectar con el yo espiritual y el creador espiritual, o para encontrar el camino hacia la esfera espiritual, aparecieron las iglesias y promovieron la sexualidad como forma de procrea­ción. Os dijeron que la única razón de ser de la sexua­lidad era la de producir pequeños seres humanos.

La sexualidad fue presentada como algo malo. A las mujeres se les dijo que la sexualidad era algo por lo que debían pasar para servir al hombre y que no tenían control sobre el proceso del nacimiento. Las mujeres lo creyeron y por eso, hasta el día de hoy, por lo general, creéis que no tenéis control sobre esa parte del cuerpo. Tienes que darte cuenta de que tú decides si quieres o no quieres tener un bebé. No es tan com­plicado como te han dicho. La decisión y el propósito son los que traen la experiencia a tu vida. Puedes controlar si quieres tener un bebé o no. Si la mujer hubiese tenido esta habilidad en los últimos miles de años y si hubiese sido capaz de explorar su sexualidad sin miedo de quedarse embarazada, entonces, quizás, hombres y mujeres hubiesen descubierto que eran mu­cho más libres de lo que les habían dicho.

El descubrimiento de la frecuencia más elevada de la sexualidad surge de la experiencia amorosa.

No tiene nada que ver con el hecho de si las relaciones son heterosexuales u homosexuales. Se trata de dos seres humanos que se dan placer el uno al otro de una forma que abre frecuencias de la consciencia. Os ha­béis tragado muchas ideas acerca de lo que es correcto y de lo que no lo es dentro de la expresión sexual.

El amor es la esencia qué debe crearse en todas las relaciones. Si amas y honras a alguien, no impor­ta cuál sea tu composición de densidad. Lo que im­porta es la vibración del amor y cómo exploras este amor, que está dotado, idealmente, de la integración de las partes masculina y femenina que forman la llama gemela.





El ideal es que la sexualidad se explore a través de los sentimientos. El tercer y el cuarto chakra te conec­tan con el yo compasivo y con el yo emocional, que te conectan, a su vez, con el yo espiritual. El yo espiri­tual es una parte de ti mismo que es multidimensional; a través del cual existes simultáneamente en muchas formas. Ser consciente de estas realidades en la iden­tidad que eres es tu misión, tu tarea y lo que has acordado hacer. Cuando eres consciente, puedes sin­tonizar con distintas frecuencias, recordar quién eres y cambiar la velocidad vibratoria de este universo.


Nos encanta hablar de la sexualidad porque es tan misteriosa en este planeta. Algunas escuelas de miste­rios han mantenido en secreto el conocimiento acerca de los usos potenciales de la sexualidad. Sois criaturas electromagnéticas y, cuando os unís físicamente con otra criatura, unís vuestras frecuencias electromagné­ticas. Cuando vuestras frecuencias están en armonía y unidas por una frecuencia de amor, pueden ocurrir cosas increíbles.

Hace miles de años, cuando la sociedad tenía una visión más matriarcal en ciertas áreas del planeta, la energía de la Diosa estaba presente y trabajaba con ciertos individuos. La mujer comprendía su poder, su intuición, su centro de sentimiento, su conexión y su deseo de crear vida. También comprendía que no te­nía que concebir un hijo si no lo deseaba.

Con el fin de que la sociedad patriarcal cerrase un círculo y preparase a la Tierra para este cambio de consciencia, la energía femenina tuvo que instalarse en el asiento trasero. Por lo tanto, el poder femenino, la ener­gía y la comprensión de la sexualidad fueron suprimidos. En los tiempos modernos (los últimos dos mil años) la mujer ha creído que no tenía control sobre el momento en que querían tener niños, que la sexualidad era mala y sucia y que el sexo se enseñaba para ser practicado sólo dentro de los derechos del matrimonio, etcétera. Todo esto era un programa de marketing.

Algunos de los programas de marketing actuales para crear aún más miedo de la sexualidad y de su expresión, son las nuevas enfermedades: el sida, el herpes y todas las demás. Leéis sobre todo esto en los periódicos y os asustáis de vuestra propia expresión, de vuestra propia intuición y de vuestro propio gozo. ¿Lo comprendéis?

Antes de que el ADN fuera reordenado, las perso­nas se unían electromagnéticamente a través del amor y así alcanzaban las esferas superiores y eran capaces de subir su escalera interior y llegar hasta algunas frecuencias extra planetarias. Creaban una experien­cia similar a la de viajar en un cohete que los lanzara hacia otros sistemas de realidad. Éste ha sido uno de los secretos mejor guardados del planeta.

Muchas de las personas con las que hemos habla­do han tenido experiencias muy profundas con su sexualidad. Nos gustaría señalar una vez más que no estamos haciendo distinciones o juicios acerca de con quién estáis en una relación, y nos gustaría que voso­tros también dejarais de juzgar. Es una vieja progra­mación. No importa si te unes a un miembro del sexo opuesto o de tu mismo sexo.

Hablamos de dos seres humanos que se unen físicamente en la forma que les parece más apropiada y crean amor, porque compar­ten amor.

Cuando la integridad y el amor no están presentes en la unión de dos cuerpos humanos, enton­ces estas personas piensan mal de su experiencia. Esto puede crear todo tipo de resultados negativos dentro del cuerpo humano.

Os dejaron la frecuencia de la experiencia orgásmica en la sexualidad para que pudierais recor­dar vuestra identidad más elevada. Cuando esta ener­gía o historia sea revelada y descubras quién eres, unirás muchos cuerpos de tu identidad multidimensional personal en tu forma física. Para recibir el im­pacto total de la red de tu identidad, deja que las doce hélices encajen en tu cuerpo y permite que los fila­mentos con codificación de luz se reordenen. Este proceso tiene que ver con el cuerpo mental, el cual está conectado al cuerpo físico. El cuerpo emocional, que está conectado al cuerpo espiritual, es el cuerpo que todo el mundo se quiere saltar.

Decís: «Quiero evolucionar. Quiero una aceleración rápida, pero no quiero pasar por el centro de sentimiento para hacerlo». Estáis conectados a vuestros «yoes» multidimensionales a través de vuestros sentimientos, y es en los sentimientos donde os quedáis principalmente atasca­dos. Acepta que tus «problemas» surgen por alguna razón. A muchos de vosotros os gustaría enterrar vues­tros «problemas» y tirarlos a la basura como si se tratara de algo feo y no de vosotros. Estos «proble­mas» son la parte oscura de vuestra identidad con la que no queréis lidiar ni tener que aceptar.

Comprendemos que, a veces, cuando surge algo, lo etiquetas y dices: «Odio esta parte de mí mismo. Quiero acabar con ella, esconderla bajo la alfombra y olvidarla. He acabado con esto». Adivina qué: tus «problemas» son los tesoros de tu vida. Son tu manera de aprender.

Habéis aceptado mutar, atraer luz hacia vuestros cuerpos y dar vida a la Familia de Luz en este planeta. Como la luz es información, tienes que lidiar con las cosas que has escondido de ti mismo. La sexualidad es lo primero porque es el yo secreto, el yo del cual te escondes. La sociedad te ha dicho: «Esto es bueno. Esto es malo. Debes hacer esto. No debes hacer esto otro».


¿Quién te dio estas leyes?
¿Quién te dio cual­quiera de tus leyes, para empezar?


Os habéis quedado atascados porque no sabéis leer los símbolos de la lengua en que os habláis. De mane­ra que permanecéis en él. Muchos de vosotros amáis vuestras historias porque atraen la atención hacia vo­sotros. Si no tuvieras una historia, ¿quién hablaría contigo?

Observa tu cuerpo y mira lo que intenta en­señarle al yo. Lo ideal es que sanes las heridas y crees un lugar más cómodo y gozoso a medida que vas aprendiendo a vivir más completamente en tu cuerpo físico y a tener una nueva identidad en tu sexualidad.

La sexualidad es la clave. Es la puerta de entrada hacia esferas más elevadas de la consciencia.

Cuando os redefináis, y cuando los filamentos con codifica­ción de luz os den una nueva definición de vosotros mismos, también cambiaréis vuestra identidad sexual. La sexualidad tiene que surgir para todos vosotros y es el área que más os atemoriza en la actualidad. Os garantizamos que, más adelante, habrá otras áreas que os darán miedo.

Si estás atascado en la idea del amor y no logras comprender lo que está sucediendo con él, el proble­ma es que lo estás buscando fuera de ti mismo. Estás buscando que otra persona le dé sentido a tu vida y te valide. Si no tienes a esa persona, te enfadas o sientes que no vales nada. Éste es un modelo con el que creciste, el que tus padres y tu sociedad te mostraron. Hemos dicho una y otra vez que la cosa más impor­tante que puedes hacer es amarte a ti mismo y honrar a la Tierra. Pero no haces más que olvidarlo y buscar otra relación que te haga sentir completo y entero. Crees que sin una relación eres menos que un ciuda­dano aceptable. Te sientes solo. Tienes que aprender a estar solo. La soledad no es más que un estado mental. No estás nunca, nunca, solo. Hay multitudes de enti­dades a tu alrededor. Si pudieras dejar de sentir pena de ti mismo, encontrarías que se te envía tanta infor­mación constantemente que te gustaría estar solo para dedicarle tiempo a la recepción del contacto.

Cuando te amas a ti mismo y dejas de estar trastor­nado por la necesidad de tener a alguien que te quiera, entonces eres capaz de aceptar lo que alguien te ofre­ce. Es imperativo que te valores para que no te conformes con un amor disfrazado. Si decides buscar pareja o vibrar con alguien y no recibes lo que deseas, no te quejes ni refunfuñes ni le pongas mala cara a esa persona para que cambie de acuerdo a tus necesidades. Si estableces un valor para ti mismo y no lo creas, entonces limítate a cambiar tu realidad y continúa solo hasta que encuentres a alguien que refleje tu valía. Entretanto, vibra con el amor por ti mismo, hónrate, y comprende que este viaje se trata del des­cubrimiento de uno mismo en las relaciones con los otros. No se trata sólo de maridos y mujeres. En este viaje se trata de honrar tu cuerpo físico y la unicidad del yo mientras tocas las vidas de muchos. Permítete siempre trabajar con el yo y permítele evolucionar.


Todos vosotros tenéis miedo de la intimidad con vosotros mismos; de estar a solas con el yo. Una vez has desarrollado la intimidad, un silencio, un amor por ti mismo, una contención de tu energía, entonces querrás que tu intimidad con otra persona tenga esa calidad.

La sexualidad puede confundir mucho en esta épo­ca porque estáis elevando y estudiando vuestras fre­cuencias. Cuando unís vuestros cuerpos, incluso cuan­do os abrazáis, intercambiáis frecuencias. Cuando uno tiene una experiencia sexual, se liberan hormonas dentro del cuerpo. Las hormonas despiertan ciertas energías dentro de las células y se da una transferen­cia de la esencia de una persona a la otra. Es por eso que cuando has tenido relaciones sexuales con al­guien, no puedes desprenderte de su energía. Aunque no quieras estar con la persona, la experiencia sexual permanece contigo porque ha habido un intercambio electromagnético.

Estáis pasando por esta modulación de frecuencias y aprendiendo a elevar vuestra frecuencia a un lugar de información consistente, amor por uno mismo e intimidad con uno mismo. Por consiguiente, puede parecer muy confuso y a veces atemorizador aceptar esta vulnerabilidad que estás reconociendo en ti mis­mo y acoplarte y fundirte con otro. Cuanta más consciencia adquieres, mayor es tu control sobre el uso de tu cuerpo; puedes decidir dónde lo vas a conectar y, ciertamente, con quién lo unirás sexualmente.

Si expresarte sexualmente ahora te hiciera crecer verdaderamente, crearías automáticamente la experien­cia porque estarías preparado para ello. Comprende que, durante el proceso de evolución del yo, suele darse un período de inactividad sexual.

Dentro de la frecuencia sexual, tiene lugar un intercambio entre dos personas, de manera que si te unes con una perso­na que no es similar a ti y se da un intercambio quími­co, estás recibiendo su basura porque estáis intercambiando energía de una manera íntima.

Habrá veces en que te alejarás de este tipo de inter­cambio. Puede ser que pienses: «Oh, Dios mío, ¿qué me está pasando? ¿Me estoy volviendo viejo? ¿Me estoy secando? ¿Qué está ocurriendo?». Ese no es el caso. Puedes aprender a utilizar la energía que te estimularía sexualmente sin necesidad de dársela a otra persona.

En lugar de tener un comportamiento caótico y loco, puedes explorar esa energía practicando la masturbación, sa­biendo que es perfectamente legítimo y correcto hacerlo. O quizá quieras limitarte a observar tu excitación sexual y decidir lo que vas a hacer con ella. Puedes decir: «Bueno, no voy a actuar esto ahora. Veamos a dónde va esta energía».

Toma esa energía, permítele subir por tu cuerpo y utilízala en otras áreas.

Llegarás a un punto en que deberás adorarte, apoyarte y amarte a ti mismo como si fueras un bebé en tus propios brazos, sabiendo que harás lo que sea mejor para ti. Muchos de vosotros os distraéis. Encuentra un lugar de serenidad y silencio en el que puedas encontrar res­puestas. No las encontrarás llamando por teléfono todo el santo día y hablando con los demás. Si intentas hacerlo, estarás demostrando que buscas fuera de ti.


Cuando apren­das a mirar dentro para encontrar respuestas, el yo habla­rá. Normalmente eres incapaz de oírlo porque estás ence­rrado en pautas de comportamiento que sabes que tienes que cambiar pero no quieres hacerlo porque no sabes quién serás entonces.

Honestamente, tenéis miedo de vosotros mismos. Esto es algo muy común. Tienes miedo de no estar completo, y sientes enormes deseos de estarlo. Dices: «Estoy completo. Soy soberano. Necesito a otra per­sona. Me siento atraído por alguien. Oh, no, no puedo ver esto. Tengo demasiado miedo de esto. No necesito a nadie. Sí, necesito a alguien». Vas de un extremo a otro. Aprende a aquietar la mente. Aprende a tener un control absoluto sobre tu energía. ¿Qué significa eso? Significa que, estés donde estés, siempre te estás ob­servando: la posición de tu cuerpo, tu forma de usar las manos, si te repites una y otra vez, si hablas o permaneces en silencio. Aprende a observarte sin juz­gar. Aprende a mirarte y corregirte determinando cómo te gustaría ser en contraste con quien eres.

Aprende a aquietar la mente.

La frecuencia, especialmente si hay una relación de amor, se transmite desde ti hacia otra persona. Una relación de amor no significa tener que estar siempre juntos. Significa, sencillamente, que permaneces en la relación mientras consideres que esa relación es apro­piada para honraros el uno al otro, intercambiar ener­gías y dejar que fluyan como por un circuito abierto. Cuando no os amáis y no estáis unidos, no hay inter­cambio; el circuito no se abre. Esto no quiere decir que no podáis tener buen sexo; quiere decir, sencilla­mente, que el circuito no está abierto.



A medida que esta corriente eléctrica se eleva cada vez más, se alcanzan alturas cada vez mayores de experiencia orgásmica porque el sistema nervioso es capaz de manejar frecuencias de éxtasis más elevadas. El sistema nervioso determinará tu forma de expresarte y de sentir. Si el tuyo está poco evolucionado, tu experiencia sexual será muy limitada porque el siste­ma nervioso es el conductor de la corriente eléctrica. La experiencia orgásmica provoca una sanación y una realineación del cuerpo físico.

A la larga, no serás capaz de acercarte o estar con alguien que no opere con el mismo voltaje que tú. Sencillamente, no encajarás. Sería como intentar me­ter un pie de talla treinta y nueve en un zapato de talla treinta y dos. No funcionaría ni sería cómodo. No encajarás porque no serás capaz de unirte vibracionalmente.

Acabaréis comprendiendo la importancia de la nutri­ción vibracional cuando empecéis a conectar sexualmente. Conectar sexualmente es una manera de unirse a las personas que se mueven con vuestro mismo voltaje o con un voltaje compatible.



Vuestra realidad nos resulta muy interesante por la cantidad de claves que hay en vuestro mundo. Cuando vais a un país extranjero, los aparatos eléctricos no se pueden conectar. No encajan, de manera que hay que utilizar un adaptador. Sería estresante tener que adaptarse continuamente a una vi­bración cuando estás implicado íntimamente en una rela­ción sexual. Sería demasiado esfuerzo. Tendrías que uti­lizar toda tu energía en crear mecanismos de adaptación. Entonces se daría una negación y no te permitirías avan­zar porque habrías bajado el listón.

Los sesenta marcaron una época de apertura hacia la exploración sexual. En un instante, el paradigma cambió. Gran parte de la energía que había en el pla­neta en aquella época, a la que se sumó la ingestión experimental de drogas, crearon inmediatamente un nuevo paradigma y os alejaron a las generaciones pre­cedentes. Las fronteras cambiaron instantáneamente. Os separasteis de una generación que creía en la gue­rra y no sentía: una generación que hacía el amor en la oscuridad, a veces con la ropa puesta. Rompisteis el paradigma de muchas maneras y establecisteis nuevas modas y nuevas formas de ser. Fue maravilloso. Dijis­teis: «¡Dios mío, sexo libre, amor y cuerpos que se dejan ver!»

Ahora ha llegado el momento de una revolución com­pletamente nueva a través de la cual conectaréis vibracionalmente con otra persona.

No habrá más dis­tracciones en la sexualidad y dejarás de simular que no te estás de nada: que estás sexualmente liberado porque puedes hacerlo en esta posición y aquella otra y decir esto y hacer aquello. Eso es, sencillamente, como hacer aeróbicos en el área de la sexualidad. Queremos que empieces los aeróbicos y las contorsiones del alma: la vibración. Todos vosotros anheláis la profundidad de dos personas que se unen y conectan. Si tienes miedo de esto, es porque no tienes un marco o un modelo en el cual basarte. Debes diseñar uno. Debes confiar en que, de alguna manera, la energía del diseño del anteproyecto cósmico creará instantáneamente un nuevo movimiento basado en el deseo de dar este nuevo paso hacia la com­prensión de vosotros mismos.

Recordarás con gran claridad tus expresiones sexua­les en tus diferentes manipulaciones a través de la realidad: cuando fuiste hombre y mujer, y exploraste la sexualidad en todos sus aspectos. Se necesita coraje para hacerlo. Si existe un área en la que verdadera­mente os juzgáis, en la que el planeta entero juzga, es la sexualidad. Habéis tenido ideas muy definidas acerca de lo que está bien y lo que no lo está, sexualmente hablando. Por lo tanto, muchos de vosotros os senti­réis conmocionados cuando recordéis lo que hicisteis con vuestra sexualidad.

Comprende que en este planeta la sexualidad ha sido siempre la conexión del cuerpo con su frecuencia más elevada. Aunque gran cantidad de la información haya sido dispersada y separada en el cuerpo, el po­tencial de crear vida permaneció para que pudierais entender quiénes erais en lo más profundo de vuestro ser. La vibración sexual ha sido vuestra conexión con vuestra identidad cósmica, pero este concepto fue malinterpretado y se perdió. Sólo queremos decir que existe una historia más amplia, mucho más emocionante de lo que os imagináis.

Hubo quienes no quisieron que estuvierais en sintonía con estas frecuencias porque las frecuencias sexuales os podrían haber conducido a áreas de liberación en las que hubierais empezado a comprender las cosas. La sexualidad quedó como una forma de viajar por el sistema nervioso y de conectar con la mente superior saliendo del cuerpo. Si os hubiesen dicho que ésta era la ruta de salida, ¿quién hubiera podido manipularos o controlaros?

La población debe despejar las connotaciones negati­vas y los juicios que han teñido vuestra experiencia sexual durante eones. Tenéis que hacer las paces con el sexo con el fin de integrar las frecuencias y la identidad. Se han manipulado las cosas y se les ha impuesto una fron­tera limitadora para que no tuvierais acceso a la verdad de la sexualidad. Se os dijo que podíais procrear con ella y tener orgasmos, pero no os dijeron que podíais abrir frecuencias con ella. Podéis entrar en contacto y utilizar­la como un método para recordar quiénes sois y para alterar la frecuencia de vuestro cuerpo.

En los próximos años, la expresión de la sexualidad adquirirá una dimensión completamente nueva. Evolucionarás y crecerás, siempre y cuando tengas un compañero/a dispuesto a seguir el mismo camino y ser tan abierto como tú. Pero si estás con alguien que quiere jugar al juego de la evasión o de la negación, no llegarás a ningún sitio".


Cap. 20, Mensajeros del Alba, los Pleyadianos a través de Bárbara Marciniak








Nos veremos en todas las formas de vida



Este cuerpo no soy yo.
No estoy limitado por este cuerpo.
Soy Vida sin límites.
Nunca he nacido y nunca moriré.
Mira al océano
y al cielo lleno de estrellas,
manifestaciones de mi verdadera naturaleza.

Pues desde antes del tiempo,
he sido libre.

Nacimiento y muerte
son sólo puertas por las que pasamos,
umbrales sagrados en nuestro viaje.

Nacimiento y muerte
son el juego del escondite.

 Por eso, ríe conmigo,
toma mi mano,
digamos adiós,
un adiós para reencontrarnos pronto.
Estamos juntos hoy.
Estaremos juntos mañana.
Estaremos juntos en el origen de cada momento.
Nos veremos en todas las formas de vida.


"El verdadero amor hace alcanzar la libertad"
THICH NHAT HANH



lunes, 30 de julio de 2012

Pasos son los senderos del camino con corazón



Somos los viajeros de una travesía cósmica,
Polvo de estrellas danzando y girando
En las corrientes y los torbellinos del infinito.

La vida es eterna, pero las expresiones de la vida
Son efímeras, momentáneas, transitorias.

Nos hemos detenido momentáneamente
Para encontrarnos unos a otros,
Para conocernos, amar y compartir.

Este es un momento precioso pero transitorio.
Es un pequeño paréntesis en la eternidad
Si compartimos con cariño, alegría y amor,
Crearemos abundancia y alegría para todos
Y entonces este momento habrá valido la pena.

(Deepak Chopra)



En estos tiempos...

La impecabilidad es la esencia de las cosas en su justo valor, el arte de la vida en acción. Su poder, es saber utilizar su energía en el momento preciso, no hay un antes o un después tan solo el instante vivido.

En estos tiempos… donde las horas ocurren tan deprisa, donde los ciclos del universo giran y giran, cambia todo a nuestro alrededor, cómplices de nuestra devastación. Mientras nuestra mirada impasible, no acaricia el sentir de la brisa, tan solo se deja envolver por ella, vamos perdiendo poder, dilapidando energía; nuestra propia percepción de la vida.

En estos tiempos… donde la dualidad nos transfiere a lo efímero, añorando lo que no tenemos y olvidando lo que fuimos, viajamos en un carrusel continuo poniendo distancia a nuestro instante, al no percibir el tiempo que vivimos.

En estos tiempos mi ser necesita libertad, para poder ser y estar.

En este estado de apertura y consciencia la vida me habla, sin culpas, ni quejas, la energía se renueva, transmutando el sentir de lo vivido, como un remolino de agua fresca. El silencio me susurra, la mayor afirmación de la vida, la impecabilidad de los sentidos.

Hoy he ido a su encuentro, pero esta vez sin armadura, tan solo mi ser desnudo y yo, un maravilloso estandarte de vida, desnuda frente al sol. Y desde allí, junto con el amor infinito que siento por la vida, dentro de una espiral de luz, me siento una con el universo, bailando la danza sagrada del entendimiento.

Despierto, comenzando a percibir los mensajes de la vida, su simplicidad y su calma recupero mi energía. Reintegro mi poder mi espacio perdido, dando lo mejor de mí en cada acto, poniendo suma atención al poder de las palabras, de las personas que habitan en mí y mis afectos, sintiendo el amor a los hechos; sin buscar un sentido profundo, ni una intención, tan solo fluyendo.

Son los senderos del camino con corazón, por lo que se da el tiempo para sentir y disfrutar de cada momento. Sólo avanzaremos en este camino con el poder de la voluntad e intención, transitándolo.



En estos tiempos...


Extracto del libro "Esencias del alma. Esencias de vida."

Siguiendo las huellas del paso de Dios en el alma


“Hay una Presencia que es innombrable y que el pensamiento no puede tocar.
No es algo que tienes; es lo que eres. Adyashanti”



P: La destrucción del ego provocada por el despertar, ¿es gradual o repentina? R: El primer instante de reconocimiento ya contiene en germen su realización, del mismo modo que la semilla ya contiene la flor, el árbol y el fruto. Todavía durante algún tiempo, el ego, golpeado por la visión aún parcial de esa inteligencia, retiene una apariencia de vida. En este estadio, el hábito mantiene todavía las viejas identificaciones, pero ya se ha abierto una brecha irreparable en la creencia de nuestra existencia separada.

Se podría decir que el corazón de uno ya no está ahí, en todos los sentidos de la palabra, repeticiones intermitentes de este reconocimiento, amplían mas todavía esta brecha hasta el momento en que el ego, que es un objeto percibido, se vuelve completamente objetivo antes de disolverse ante nuestros ojos, dejando lugar a la irrupción de lo inefable. Después de este despertar, nos encontramos libres de miedo y de deseo; libres de miedo, ya que, habiendo reintegrado nuestro ser inmortal, el espectro de la muerte nos abandona para siempre; y libres de deseo porque, conociendo la plenitud absoluta del ser, cesa espontáneamente la vieja atracción que los objetos ejercían sobre nosotros. Todavía pueden manifestarse durante algún tiempo los viejos hábitos físicos y mentales, que derivan de la anterior creencia en una existencia personal, pero de ahí en adelante es imposible toda identificación con un objeto percibido o pensado. Cuando estos hábitos son contemplados en la asombrosa neutralidad de la conciencia, mueren uno por uno, sin que su recurrencia ocasional desencadene una vuelta a la ilusión egoíca.


P: ¿Cuáles son los signos que nos permiten reconocer la inteligencia superior?

R: Los pensamientos, sentimientos y acciones, que brotan de la inteligencia superior hacen referencia a su fuente, el ser. Una vez acabados nos dejan en la orilla de lo absoluto, como la espuma que una ola deposita en la arena. El pensamiento que piensa la verdad procede de la verdad y nos devuelve a la verdad. Este pensamiento tiene muchos aspectos diferentes; aparentemente plantea preguntas diversas como "¿ que es la felicidad ?", "¿ que es Dios ?", "quien soy yo ?". Todas estas preguntas provienen de su fuente común, la dicha eterna, lo divino, nuestro ser. Cuando este pensamiento impregnado con el perfume de la verdad te invita, hazle sitio, dedícale tiempo, entrégate a él, déjate llevar por él. Este pensamiento es como la huella del paso de Dios en tu alma. Déjalo ir adonde quiera. Aquél en quien se ha despertado este pensamiento es muy afortunado. Ningún obstáculo podría impedirle acceder a la verdad.

Una vez que el deseo por lo último os ha asido, el universo entero coopera en la realización de este deseo.

P: ¿Estás tú en este estado de plenitud en este momento?

R: En este estado no hay nadie. Este no-estado es la ausencia de la persona.

P: ¿Entras y sales de ese estado?

R: No es un estado.

P: En este estado ¿Estás despierto?

R: Este no-estado está despierto a si mismo. Es conciencia, yo soy conciencia, tú eres conciencia.

P: En ese caso, ¿eres consciente de que todo está en su lugar?

R: Desde el punto de vista de la conciencia, todo es conciencia, por lo tanto todo está en su sitio.



NADA ES TRÁGICO. TODO ES LUZ,
TODO ES PRESENCIA.

Diálogos sobre el despertar por Francis Lucille




- Tengo miedo de que si me quitan mi corazón,
no podré quererte de la misma manera.

- Se quiere con la cabeza y con el alma, lo del corazón es un decir.

- ¿Entonces por qué me duele cuando no estoy contigo?

(Corazón Indomable)

sábado, 28 de julio de 2012

Has oído cantar al pájaro en tu pecho, ¡y le has seguido!




«¡Qué sordo y torpe he sido! -meditó a paso ligero-. Si alguien lee un escrito para buscarle un sentido, no desprecia los signos y las letras, ni los llama engaño, casualidad o cáscara inútil; al contrario, los lee, los estudia, los ama letra por letra. Sin embargo, yo quería leer el libro del mundo y el de mi propio carácter; sin embargo, he despreciado los signos y las letras en favor de un sentido imaginado ya de antemano; llamaba al mundo visible un engaño, consideraba mi ojo y mi lengua como apariencias casuales y sin valor. No, esto ha pasado ya: ahora me he despertado, realmente he conseguido desvelarme; y hoy, por fin, he nacido.»



«Realmente mi vida ha seguido un curso muy especial, dando muchos rodeos. De chiquillo sólo oía hablar de dioses y sacrificios. De mozo sólo me entretenía con ascetas, pensamientos, meditaciones, buscando a Brahma, venerando al eterno atman.



Ya de joven seguía los ascetas, viví en el bosque, sufrí calor y frío, aprendí a pasar hambre, aprendí a apagar mi cuerpo. Entonces la doctrina del gran buda me pareció una maravilla; sentí circular en mi interior todo el sabor de la unidad del mundo, corno si se tratara de mi propia sangre. No obstante, tuve que alejarme del mismo buda y del gran saber. Me fui y aprendí el arte del amor con Kamala, el comercio con Kamaswami; amontoné dinero, malgasté, aprendí a contentar a mi estómago, a lisonjear a mis sentidos. He necesitado muchos años para perder mi espíritu, para olvidarme del pensar y la unidad. « ¿No parece que he precisado dar grandes rodeos para convertirme paulatinamente en un hombre, para dejar de ser filósofo y vivir como una persona vulgar?»


Y, a pesar de todo, ha sido un buen camino, no ha muerto completamente el pájaro que se alberga en mi interior. Pero, ¡qué camino es ése!

He tenido que sobrevivir a tanta ignorancia, vicio, error, asco y desengaño, tan sólo para volver a ser un hombre que no piensa, como los niños, y así, poder empezar de nuevo. No obstante, todo ha ido bien, mi corazón se alegra, mis ojos ríen. He tenido que sufrir con desesperación, me he visto obligado a rebajarme hasta la idea más necia, la del suicidio, para poder recibir la gracia de sentir el Om, para volver a dormir bien y a despertarme mejor. Tuve que convertirme en un ignorante para poder encontrar al atman en mi interior. He tenido que pecar para volver a resucitar. «¿Hacia dónde me seguirá llevando este camino? Mi sendero sigue un itinerario absurdo, da rodeos, y quizá también vueltas.

¡Que siga por donde quiera! ¡YO lo seguiré!» Sintió en su pecho una alegría maravillosa.

«¿De dónde sale esa alegría tan grande? -preguntó a su corazón-. ¿Acaso te viene de ese largo sueño, que tanto bien te hizo? ¿O proviene de la palabra Om, que pronuncié? ¿O acaso es porque he conseguido escapar, he logrado la fuga y por fin me encuentro otra vez libre, como un chiquillo bajo el cielo? « ¡Qué maravilla es poder huir, ser libre! ¡Qué aire más limpio y puro se respira aquí! ¡ Qué delicia aspirarlo! Allí, de donde escapé, todo olía a cremas, especias, vino, saciedad, ocio. ¡Cómo odiaba ese mundo de ricos, vividores y jugadores! ¡Cómo me aborrecía, me robaba, envenenaba, torturaba,

envejecía y maldecía! ¡No, jamás creeré en mí, como antes, cuando me gustaba pensar que Siddharta era un sabio! Sin embargo, ahora sí que he obrado bien; ¡me gusta, puedo elogiar mi obra! ¡Ahora termina el odio contra mí mismo, contra esa vida necia y monótona! Te felicito, Siddharta, ya que después de tantos años de ocio has vuelto a tener una nueva idea,


has obrado, has oído cantar al pájaro en tu pecho, ¡y le has seguido!»


De esta forma se elogió y se sintió satisfecho de sí mismo, a la vez que oía los rugidos del hambre en su estómago. Un retazo de pena, un mendrugo de miseria: eso era lo que ahora Hermann Hesse Siddharta percibía; en los últimos días había apurado hasta el máximo y luego lo escupió todo; se sació hasta la desesperación y la muerte.


Así era mejor. Hubiera podido quedarse mucho más tiempo con Kamaswami, ganar dinero, malgastarlo, hinchar su barriga y dejar que su alma muriese de sed; habría podido vivir todavía mucho tiempo en aquel infierno suave y bien acolchado, si no le hubiera llegado el momento del desconsuelo total, de la desesperación. Fue aquel instante, cuando se balanceaba por encima de la corriente del agua, dispuesto a destruirse. Había sentido esa desesperación, esa profunda repugnancia, pero no se dejó vencer;


el pájaro, la fuente y la voz de su interior continuaban con vida. Esa era su alegría, su risa; por eso brillaba su rostro bajo las canas.


«Es bueno -pensó- probar personalmente todo lo que hace falta aprender. Desde niño, desde mucho tiempo, sabía que los placeres mundanos y las riquezas no acarrean ningún bien; pero ahora lo he vivido.


Y ahora lo sé, no sólo porque me lo enseñaron, sino porque lo han visto mis ojos, mi corazón, mi estómago. ¡Qué bello es saberlo!»


Mucho tiempo permaneció meditando acerca del cambio que se había producido en su ser. Escuchó al pájaro que trinaba alegre. ¿No había muerto el pájaro en su interior, no había sufrido su muerte? No; en Siddharta había muerto algo muy distinto, que desde hacía tiempo deseaba sucumbir. ¿No era lo mismo que en sus ardientes años de asceta había querido apagar? ¿No era su yo, el yo pequeño, temeroso, orgulloso, con que había luchado durante tantos días, el que siempre le vencía, el que después de cada penitencia, volvía a surgir, y le quitaba la alegría, y le daba temor? ¿Acaso no era eso lo que por fin hoy había encontrado la muerte, allí en el bosque, junto a ese río idílico? ¿No era esa muerte por lo que Siddharta había vuelto a ser un niño, y sintió confianza, alegría y temeridad?


Ahora también comprendió por qué había luchado inútilmente contra ese yo, mientras era brahmán o asceta. ¡Se lo había impedido el exceso de sabiduría, de versos sagrados, de reglas para sacrificios, de mortificaciones, la excesiva ambición! Con arrogancia, siempre había sido el primero, el más inteligente, el más sabio, el más diligente; siempre se encontraba un paso más delante de los demás compañeros, sabios, sacerdotes o eruditos. Su yo se había escondido en ese sacerdocio, en aquella erudición e intelectualidad; estaba allí y crecía, mientras Siddharta creía apagarlo con ayunos y penitencias.


Ahora se daba cuenta y observaba que la voz secreta tenía razón: ningún profesor se lo hubiera podido reprimir jamás.


Por ello tuvo que lanzarse al mundo, perderse entre los placeres y el poder, la mujer y el dinero; se había tenido que convertir en comerciante, jugador, bebedor, glotón, hasta que el brahmán y el samana de su interior se murieran. Por tal causa había tenido que soportar esos años monstruosos, ese hastío, vacío y absurdo de una vida monótona y perdida, hasta que por fin, como una desesperación, el vividor y el Siddharta ávido habían llegado a sucumbir. Muerto, un nuevo Siddharta había resucitado. También este se volvería viejo, también tendría que morir algún día;

Siddharta era transitorio, como pasajera es toda formación.

Pero hoy se hallaba en plena forma, joven como un chiquillo, un nuevo Siddharta. Estaba lleno de alegría.

Meditaba todas estas ideas, escuchaba sonriente su estómago y agradecía el zumbido de una abeja. Miraba con alegría la corriente del río: jamás un agua le había gustado tanto, jamás había percibido la voz y el ejemplo de la corriente con tanta fuerza.


Le parecía que ese río poseía algo especial, algo que aún desconocía, pero que le esperaba. En ese río se había querido ahogar Siddharta, y en él había sucumbido el Siddharta viejo, cansado, desesperado. Sin embargo, el nuevo Siddharta sentía por esa corriente un profundo amor que le obligaba a no abandonarla con prisas.



YA NO SOY EL QUE FUI

Fragmento de Shiddarta-Hermann Hesse